martes, 28 de abril de 2009

Un Madero y Unos Clavos.


PENSAMIENTO CRISTIANO

Un madero y unos clavos no habrían tenido un gran significado de no haber sido por aquel cuerpo cargado de los pecados de toda la humanidad y que hoy hace ya mas de dos mil años significó una nueva oportunidad para el hombre. Una oportunidad para su reconciliación con su creador pues el antiguo pacto sencillamente no había dado un perfecto resultado. Un cuerpo que antes de llegar a la cruz había sido azotado, abofeteado, maltratado en todas la formas posibles y que derramaba su sangre como muestra de amor por todos nosotros. Un cuerpo lleno de llagas, llagas sanadoras, llagas salvadoras que vinieron a curar la enfermedad mortal que padecía la humanidad, esa enfermedad llamada maldición que el mismo Dios dio como condena al hombre cuando arrojó del huerto del edén a adán. Cada gota de sangre pura e inmaculada que en aquella cruz fue derramada sellaba el final de aquella maldición, el omega del viejo pacto y a la vez el alfa de un pacto nuevo y eterno mediante el cual fue rasgado el velo que nos separaba del creador quien por su gracia y misericordia quiso sanarnos de aquella enfermedad y limpiar de una vez y por todas nuestros pecados. Ahora somos muertos para los pecados cuando aceptamos a cristo en nuestros corazones y vivimos para la justicia divina que dio un significado diferente e importante a un madero y unos clavos.

No hay comentarios:

Edicion Impresa

Edicion Impresa
Edicion 10 (ver imagen)

Edicion Impresa

Edicion Impresa
Edicion 10 (ver imagen)

Edicion Impresa

Edicion Impresa
Edicion 10 (ver imagen)

Edicion Impresa

Edicion Impresa
Edicion 10 (ver imagen)

Edicion Impresa

Edicion Impresa
Edicion 10 (ver imagen)

Edicion Impresa

Edicion Impresa
Edicion 10 (ver imagen)

Edicion Impresa

Edicion Impresa
Edicion 10 (ver imagen)

Edicion Impresa

Edicion Impresa
Edicion 10 (ver imagen)